Llega el primer parón de selecciones de la temporada y, como casi siempre, los entrenadores de primer nivel, entre ellos el del Real Madrid, gozan de un mayor tiempo para trabajar en la construcción de sus equipos pero eso sí, paradójicamente, sin la mayor parte de sus jugadores, repartidos con sus respectivos combinados nacionales.  Es el caso, como decimos, de Carlo Ancelotti que, además, ha arrancado la temporada de manera regular. Sobre todo en el aspecto del juego donde su equipo, mermado también por las lesiones de Bellingham y Camavinga, ha notado y mucho la baja de Toni Kroos en la construcción del mismo y eso hace que sea un equipo espeso y previsible con el balón.  El problema, tal y como señaló el italiano en rueda de prensa, está detectado, que es lo fácil. Toca solucionarlo, que es lo difícil. Y más teniendo en cuenta que las herramientas para ello (es decir, los jugadores) no están disponibles. Aún así, si algo tiene Ancelotti además de títulos en sus vitrinas es experiencia en este tipo de casos y es posible que ya haya comenzado a tener alguna de idea de cómo superar el primer ‘incendio’ de la temporada.  Las mejores cartas, lesionadas Para la solución a este problema, hay muchos que apuntan hacia Bellingham o Camavinga, los centrocampistas más versátiles de la plantilla. Sin embargo, tanto el inglés como el francés están lesionados y aunque se les espera tras el parón, su ritmo de competición deberá volver a su mejor versión de manera progresiva.  Aún así, la presencia de ambos en el centro del campo parece ser una buena decisión. Sin embargo, ello implicaría quizás un cambio de sistema y regresar al 4-4-2 de la pasada temporada que se desechó con la llegada de Mbappé y la necesidad de cuadrar a Vinicius en la izquierda y al galo en la punta.  Esto, a su vez, dejaría a Rodrygo, la tercera ‘pata’ del ataque, como damnificado y a la pareja ‘Vini-Kylian’ condenados a entenderse en la punta, una posición en la que ninguno de los dos se maneja a la perfección. Sería pues el contrapunto a un centro del campo, en teoría, más capacitado para sacar el balón jugado, sobre todo mediante conducciones, que rompería las barreras defensivas de los rivales que han encontrado en la presión intensa la kryptonita madridista.  Más sobre el Real Madrid  Cristiano vs. Modric, incombustible duelo en el Portugal-Croacia Jordi Archs Nico Williams, nominado al Balón de Oro Carlos Zaballa Otra idea, es la de ubicar a Modric y Güler, los otros dos jugadores que completan la cuota de centrocampistas junto a Ceballos, Valverde y Vinicius, en el centro del campo desproveyéndole a este, eso sí, de ese vigor tan necesario en el fútbol actual.  Esta decisión, sin embargo, convence menos a Ancelotti que si bien tiene a Modric en la estima de ser un futbolista importante para la plantilla, sabe que sus prestaciones, dada su edad, ya no son las mismas que en el pasado.  Así las cosas, el dilema de Ancelotti en este parón está servido. Solo falta esperar a la vuelta para saber si el italiano da un giro de timón y cambia de golpe el sistema y el estilo de juego o si por el contrario decidir seguir como hasta ahora y confiar en que los vientos van a cambiar por sí solos. 

Por Ramón